De narco a predicador, el hombre que se apartó de las drogas por amor a Cristo
Poder, dinero, respeto y fama son
algunos de los ideales que algunos jóvenes establecen alrededor de la figura
del narcotraficante. Una actividad delictiva que puede resultar atractiva para
ellos, sin caer en los peligros y consecuencias que trae dedicarse a ello.
Francisco Fernández es linense y conoce muy bien este universo, ya que estuvo
quince años de su vida dedicándose a la venta ilegal de drogas. Ahora, alejado
de todo aquello, tiene un sueño muy diferente: ser predicador.
El 35 % de los habitantes de
Línea de la Concepción están en paro. Muchos recurren a la actividad del
narcotráfico, por las oportunidades que brinda la frontera con Gibraltar.
Francisco se inició a los trece años, traficando con tabaco en la frontera como
forma habitual de ganar dinero. "Ganaba para mis gastos", explicaba.
Después se atrevió con drogas ilegales como la cocaína o la heroína.
"Cuando no tienes medios económicos cualquier amigo te empuja a hacerlo,
lo ven como un trabajo", decía. "He traficado con todo, pero nunca he
consumido", añadía.
El giro absoluto que dio su vida
y en definitiva, lo que le empujó a alejarse del mundo del narcotráfico fue la
fe en Cristo. "Agradarle a Cristo va por encima de todo", decía. Este
hombre comparte con los jóvenes de su localidad su testimonio, para
concienciarles de los peligros del narcotráfico, desde su propia experiencia
personal.
A pesar de su esfuerzo para
evitar que más jóvenes se inicien en este negocio, asegura que es complicado
convencerles porque en ocasiones es la única salida que ven lícita para ganar
dinero. "Hay que motivar a la gente para que vaya a La Línea de la
Concepción a hacer turismo", decía como respuesta a la necesaria creación
de empleo.
Francisco cree que al final, el
mensaje acabará calando en ellos. "La droga acaba perjudicando a muchas
familias", ejemplificaba. En su infancia tuvo como referente tuvo a su
tío, quien fue predicador y ha sido la persona por la cual ha decidido alejarse
de todo aquello y prepararse para
transmitir la palabra de Dios.