Pastores se unen para crear centros de atención a embarazadas
El Salvador podría sumarse a la lista de países con centros para la atención de mujeres embarazadas, que pertenecen a la red de Heartbeat International.
“Sentimos que ninguna mujer debe enfrentarse a un embarazo no deseado sola. La mejor alternativa para una mujer embarazada, que no está segura de lo que quiere hacer, es tener otra persona”, dijo Cindi Boston, vicepresidente de Heartbeat International, la primera red provida de centros para la atención de embarazos en Estados Unidos.
Heartbeat nació en el estado de Ohio, en 1971, y actualmente supervisa más de 2,200 centros de atención de embarazos alrededor del mundo.
“Somos una organización internacional que salva vidas”, dijo Boston, durante su visita a El Salvador. “Unimos a personas para resolver el problema del aborto y lo hacemos a través del trabajo de los centros”.
Pastores de distintos ministerios, comunicadores y ciudadanos se reunieron el martes con Boston y el pastor estadounidense Ronaldo Archer con el interés de aprender cómo poder echar a andar centros de atención de mujeres embarazadas desde cada una de sus trincheras.
“Los centros nacen de comunidades locales. Son dirigidos por las comunidades. Nosotros les ayudamos a establecer conexiones y redes entre centros. Hay fuerza en los números y es la forma de Heartbeat (latido)”, expuso Boston.
Archer anunció que la meta para el país es sostener 16 centros de atención para mujeres embarazadas.
El primero podría comenzar a funcionar en las instalaciones del albergue de la Fundación Sí a la Vida, en la colonia Utila, Santa Tecla.
Boston señaló que uno de los aspectos más importantes de los centros es recuperar la empatía y la solidaridad; comprender el sentimiento de separación del resto que experimentan las mujeres con un embarazo no deseado.
“En nuestras vidas ocurren muchos eventos inesperados. Hay mujeres en nuestras comunidades que lo enfrentan, no buscaban que sucediera, pudieron haber sido víctima de abuso, ahora tienen sus corazones rotos. Se han alejado de la esperanza y eso es lo que debemos cambiar”, dijo Boston a los asistentes.
Ella estuvo a cargo de un centro en Missouri por más de 20 años. Expuso que hay muchos casos en los que las mujeres embarazadas llegan buscando ayuda, así como hay otros en los que son los voluntarios quienes identifican a las mujeres que necesitan ayuda en sus comunidades. Boston dijo que se acercan a ellas con esperanza y apoyo en salud, pero que el trabajo es de largo alcance: “No es suficiente que una mujer escoja darle la vida a su hijo, una mujer necesita ayuda, necesita educación, si decide criarlo o darlo en adopción”.
Además, los centros contemplan el desarrollo de programas de educación a padres, de nutrición, e incluso de relaciones familiares.
Para Archer, muchos de los problemas de la sociedad salvadoreña pueden abordarse desde las familias, por lo que es necesario darles apoyo y hacer cambios: “Las naciones están basadas en familias. Queremos hacer a El Salvador tan grande como puede ser”.
Juan Carlos Hasbún, pastor de la Iglesia Cristiana Kemuel, dijo que estaba muy interesado en aprender de la experiencia de Heartbeat. Contó que desde las comunidades en las que está la iglesia han visto el cambio de pensamiento en los adolescentes, cómo manejan su sexualidad, cómo interpretan las relaciones de familia y la sociedad.
Señaló la falta de opciones para saber a dónde pueden acudir ante un embarazo no planeado y que desde las iglesias se les puede ayudar y acompañar, manteniendo que el aborto no es una opción: “No solo podemos poner un rótulo radical, tenemos que dar opciones de cómo enfrentar ser madre, estar solas, enfrentar a su misma familia”.
Debido a la importancia de la unidad, Archer invitó a los asistentes a fundar la Asociación Nacional Cristiana Provida para continuar la iniciativa de una forma más firme.
El comunicador Rafael Domínguez dijo que era una idea muy importante, ya que es necesario sumar todos los esfuerzos con una sola mente y una sola voz: “Hemos fallado en solo plantearnos la discusión a favor o en contra del aborto cuando hay muchas otras cosas que también hay que comunicar, que podemos hacer. Hemos vendido más un problema que una esperanza”.
Archer dijo que los próximos seis meses se enfocarán en el entrenar a los pastores y ciudadanos interesados en llevar los centros a sus comunidades. “Dios le dio un nombre especial a este país. Vamos a salvar familias, niños, mujeres, los no nacidos, cuando lo haces, salvamos a la nación”, expuso Archer.
Fuente: elsalvador.com
l Salvador podría sumarse a la lista de países con centros para la atención de mujeres embarazadas, que pertenecen a la red de Heartbeat International.
“Sentimos que ninguna mujer debe enfrentarse a un embarazo no deseado sola. La mejor alternativa para una mujer embarazada, que no está segura de lo que quiere hacer, es tener otra persona”, dijo Cindi Boston, vicepresidente de Heartbeat International, la primera red provida de centros para la atención de embarazos en Estados Unidos.
Heartbeat nació en el estado de Ohio, en 1971, y actualmente supervisa más de 2,200 centros de atención de embarazos alrededor del mundo.
“Somos una organización internacional que salva vidas”, dijo Boston, durante su visita a El Salvador. “Unimos a personas para resolver el problema del aborto y lo hacemos a través del trabajo de los centros”.
Pastores de distintos ministerios, comunicadores y ciudadanos se reunieron el martes con Boston y el pastor estadounidense Ronaldo Archer con el interés de aprender cómo poder echar a andar centros de atención de mujeres embarazadas desde cada una de sus trincheras.
“Los centros nacen de comunidades locales. Son dirigidos por las comunidades. Nosotros les ayudamos a establecer conexiones y redes entre centros. Hay fuerza en los números y es la forma de Heartbeat (latido)”, expuso Boston.
Archer anunció que la meta para el país es sostener 16 centros de atención para mujeres embarazadas.
El primero podría comenzar a funcionar en las instalaciones del albergue de la Fundación Sí a la Vida, en la colonia Utila, Santa Tecla.
Boston señaló que uno de los aspectos más importantes de los centros es recuperar la empatía y la solidaridad; comprender el sentimiento de separación del resto que experimentan las mujeres con un embarazo no deseado.
“En nuestras vidas ocurren muchos eventos inesperados. Hay mujeres en nuestras comunidades que lo enfrentan, no buscaban que sucediera, pudieron haber sido víctima de abuso, ahora tienen sus corazones rotos. Se han alejado de la esperanza y eso es lo que debemos cambiar”, dijo Boston a los asistentes.
Ella estuvo a cargo de un centro en Missouri por más de 20 años. Expuso que hay muchos casos en los que las mujeres embarazadas llegan buscando ayuda, así como hay otros en los que son los voluntarios quienes identifican a las mujeres que necesitan ayuda en sus comunidades. Boston dijo que se acercan a ellas con esperanza y apoyo en salud, pero que el trabajo es de largo alcance: “No es suficiente que una mujer escoja darle la vida a su hijo, una mujer necesita ayuda, necesita educación, si decide criarlo o darlo en adopción”.
Además, los centros contemplan el desarrollo de programas de educación a padres, de nutrición, e incluso de relaciones familiares.
Para Archer, muchos de los problemas de la sociedad salvadoreña pueden abordarse desde las familias, por lo que es necesario darles apoyo y hacer cambios: “Las naciones están basadas en familias. Queremos hacer a El Salvador tan grande como puede ser”.
Juan Carlos Hasbún, pastor de la Iglesia Cristiana Kemuel, dijo que estaba muy interesado en aprender de la experiencia de Heartbeat. Contó que desde las comunidades en las que está la iglesia han visto el cambio de pensamiento en los adolescentes, cómo manejan su sexualidad, cómo interpretan las relaciones de familia y la sociedad.
Señaló la falta de opciones para saber a dónde pueden acudir ante un embarazo no planeado y que desde las iglesias se les puede ayudar y acompañar, manteniendo que el aborto no es una opción: “No solo podemos poner un rótulo radical, tenemos que dar opciones de cómo enfrentar ser madre, estar solas, enfrentar a su misma familia”.
Debido a la importancia de la unidad, Archer invitó a los asistentes a fundar la Asociación Nacional Cristiana Provida para continuar la iniciativa de una forma más firme.
El comunicador Rafael Domínguez dijo que era una idea muy importante, ya que es necesario sumar todos los esfuerzos con una sola mente y una sola voz: “Hemos fallado en solo plantearnos la discusión a favor o en contra del aborto cuando hay muchas otras cosas que también hay que comunicar, que podemos hacer. Hemos vendido más un problema que una esperanza”.
Archer dijo que los próximos seis meses se enfocarán en el entrenar a los pastores y ciudadanos interesados en llevar los centros a sus comunidades. “Dios le dio un nombre especial a este país. Vamos a salvar familias, niños, mujeres, los no nacidos, cuando lo haces, salvamos a la nación”, expuso Archer.
Fuente: elsalvador.com
l Salvador podría sumarse a la lista de países con centros para la atención de mujeres embarazadas, que pertenecen a la red de Heartbeat International.