Alianza Evangélica Latina expresa sus consideraciones sobre la crisis por la Pandemia del Covid-19
La Junta Directiva de la Alianza Evangélica Latina (AEL), reunida por videoconferencia el viernes 15 de mayo de 2020 para tratar, entre otros asuntos, la situación de las iglesias en medio de la pandemia del COVID-19, manifestó lo siguiente:
Las 22 alianzas evangélicas representadas en AEL desean expresar sus condolencias a las familias que han enfermado, o han sufrido pérdidas de seres queridos como consecuencia del COVDI-19. orando por todas ellas. Asimismo, transmiten su solidaridad, a todas las personas, iglesias, empresas, ciudades y naciones del Continente y del mundo, que están sufriendo los efectos económicos y sociales como consecuencia de la crisis provocada por esta pandemia, la más importante a nivel global en los últimos cien años.
Son conscientes del impacto que esta situación está teniendo en todo el mundo y compren la impaciencia, que en algunos sectores llega a la desesperación, por recuperar la normalidad laboral, social y económica, en el menor plazo posible. También las iglesias evangélicas, como familia de fe, necesitan regresar a una vivencia espiritual comunitaria que vaya más allá de las reuniones virtuales y a una atención pastoral más personal en favor de la salud espiritual de las personas.
Particularmente grave es la situación de muchas de las congregaciones, que al verse impedidas de celebrar sus cultos y actividades habituales, también han sido afectadas en el área económica, frente a los grandes desafíos y responsabilidad que tienen las iglesias o denominaciones para llevar adelante la obra de la iglesia como (atención espiritual, ayuda social, contención psicológica, capellanías, programas de TV y Plataformas Digitales, el mantenimiento de los auditorios que hoy en gran parte se convierten en lugares de distribución de alimentos a los más necesitados y que en su mayoría son totalmente gratuitos y que es sostenida por los fieles y en forma voluntaria no teniendo aportes gubernamentales.
No obstante, se considera que en el actual contexto de crisis pandémica, cuando aún no existe en el mundo vacuna ni tratamiento eficaz contra este virus altamente contagioso y letal, que en apenas unos meses ha producido más de 4 millones de contagios y más de 300.000 muertos, los cristianos evangélicos estamos llamados a ser parte de la solución y no parte del problema. Debemos, por lo tanto, extremar nuestras precauciones manteniendo como prioridad en todas nuestras actuaciones, presentes y futuras, el evitar que nuestras iglesias se conviertan en focos de propagación de contagios del COVID-19.
Por ello, ante la posibilidad que en algunos países se está ofreciendo, de volver a reabrir los lugares de culto en unas condiciones rigurosas que garanticen la seguridad para los fieles, con medidas de higiene, protección y distanciamiento social muy exigentes, consideramos que tal reapertura debe ser considerada opcional y, en todo caso, para las iglesias en condiciones de iniciarla, debe ser gradual y progresiva, procurando que se cumpla en todos los casos con las obligaciones y/o recomendaciones sanitarias que sean de aplicación para los lugares de culto.
Asimismo, Alianza Evangélica Latina recomienda a los pastores e iglesias que eviten la instrumentalización política de los criterios sanitarios o de seguridad. Nos gusten más o nos gusten menos algunos de esos criterios, creemos importante evitar la politización que sobre esta pandemia se está produciendo en algunos países. Recomiendan a las iglesias se mantengan al margen de esos debates y se enfoquen en ser instrumentos de ayuda en esta crisis.
Queriendo que los políticos, gobernantes y autoridades sanitarias y sociales de todo el Continente, sepan que las iglesias evangélicas desean ser parte de la solución y no parte del problema. Y a estos efectos destacan la importancia del diálogo constructivo y la colaboración con otras instituciones religiosas o sociales.
También valorae muy positivamente el creciente diálogo que se está produciendo en algunos países entre sus Gobiernos y las federaciones miembro de la Alianza Evangélica Latina, que son representativas de las iglesias evangélicas, con el fin de buscar colaboración en la lucha contra esta pandemia.
Se considera destacable, la valoración de las autoridades de algunos Estados hacia la labor de las iglesias evangélicas, que han estado y están promoviendo medidas de seguridad ante la crisis y proveyendo de servicios de ayuda a los más necesitados ante la pandemia.
Y también destacar la labor pedagógica que entre las diferentes iglesias locales realizan las organizaciones miembros de AEL, de las 22 Alianzas de sendos países de Iberoamérica.